martes, 17 de octubre de 2023

5) Playas de Chipre y el barco Edro III, doce años varado

Chipre es un país con muchas e imponentes playas, pero con seguridad no aparecerán en la lista de las mejores del mundo. Las hay de piedras, otras que ni piedras ni arena y luego algunas de fino grano, las mejores, y también con aguas transparentes y turquesa. A lo largo de dos semanas conocimos y disfrutamos algunas de ellas.

Playa de Larnaca con un trasatlántico de observador

La playa de Larnaca se encuentra en plena ciudad y tiene un ancho de arena espectacular, y los correspondientes servicios de un lugar baño urbano: hamacas, sombrillas, vigilantes y chiringuitos.

Playa en Limasol

La de Limasol es similar en cuanto a prestaciones, aunque muy cerca, nada más terminar, hay unos imponentes farallones y su agua es más transparente.

Nissi Beach

La de Nissi, en Ayia Napa es sin duda las que más nos llamó la atención por la finura de su arena. Es una aliciente más para que los turistas vayan a una ciudad que ha despuntado en el ránking de destinos turísticos en Chipre. Indicada para familias con niños, pues cubre muy poco y hay que adentrarse muy adentro para no hacer pie. Como ya indicamos en otra entrada, tiene unos chiringuitos muy bien montados, extraordinariamente cómodos. En el mismo estilo incluímos la Coral Bay Beach, situada entre Pafos y Peyia, en la que nos dimos un día un baño estupendo.

White River Beach, en Peyia, cerquita de nuestra casa

Muy cerca de nuestra casa de Peyia se encontraba la White River Beach, en un entorno natural y alejada de los centros urbanos. El agua color turquesa y su tranquilidad son otros dos importantes alicientes. A cambio, carecía de arena y era preciso caminar o tumbarse sobre cantos rodados. En una clasificación de playas de Chipre ocupa el puesto 43 de 110.


Otra peculiaridad de este arenal es que algunos de sus visitantes han practicado la odiosa y poco sostenible costumbre de modificar el paisaje haciendo centenares de torrecitas con piedras. Lo vimos en algún otro sitio y colaboramos en la medida de nuestras posibilidades a devolverle su paisaje natural derribando muchas de estas torres.

La Roca de Afrodita

Mención aparte merece la roca de Afrodita (Petra tou Romiou para los chipriotas), situada en una playa a mitad de camino entre Pafos y Limasol, considerado el lugar de nacimiento de esta diosa. Conviene saber que está declarada Patrimonio de la Humanidad.

A nuestras espaldas la famosa Roca de Afrodita, pero no la rodeamos a nado

La versión científica de esta roca es la que se sitúa el nacimiento de Chipre allí debido al choque de las placas tectónicas europea y africana. Para la mitología griega, Urano y Gea, dioses del Cielo y de la Tierra, hicieron tantas veces el amor que tuvieron doce hijos titanes. Gea estaba agotada y pidió a uno de sus hijos, Kronos, que le cortara los testículos a su amante con una guadaña para terminar con tanto frenesí. La espuma formada en el mar al caer los testículos provocaron al nacimiento de Afrodita, la diosa del amor y la belleza, que emergió en una concha tirada por delfines en el punto exacto donde está la roca.


Pese al carácter mitológico de esta leyenda, en las dos playas junto a la roca había una gran cantidad de gente cuando llegamos, ya a la caída de la tarde.


Algunas de las viajeras del grupo cumplieron el rito de bañarse junto a la piedra de Afrodita, pero de manera incompleta. Se dice que rodear la roca pequeña a nado da belleza y fertilidad a quien lo lleva a cabo y ellas lo intentaron. Sin embargo, la presencia de cientos de personas en la playa y que exista un paso bajo la carretera para acceder al arenal es prueba de lo visitado del lugar.

Barco encallado

De la mitología al realismo más actual: el 8 de octubre de 2011 encalló en la costa de Peyia el Edro III, un mercante de 83 metros de largo en un día de excepcional mala mar. Con bandera de Sierra Leona, sus nueve tripulantes fueron rescatados por un helicóptero militar británico.

La costa próxima al barco naufragado, llena de cuevas marinas


Durante los dos años siguientes se procedió a vaciar las bodegas y depósitos del barco de los materiales contaminantes que transportaba.

El grupo al completo posó delante del barco, como turistas al uso

A partir de entonces se llevaron a cabo varios estudios para dar con una solución, que pasaba principalmente por su retirada.


La operación resultaba complicada, el tiempo pasaba y el barco seguía allí varado.


Poco a poco, adquirió renombre, principalmente por las puestas de sol sobre la fracasada embarcación.


De esta manera se ha ido conformando un atractivo turístico tras un desgraciado accidente, y ya figura en las listas de visitas para los turistas que recalan en Pafos y Peyia. Se complementa con otras actividades en un tramo costero muy atractivo.


Tanto, que frente al barco ha surgido un restaurante con amplia terraza, que tiene buenas referencias, aunque nosotros no fuimos. Y muy cerca hay un enorme aparcamiento, lo que da idea de la gente que acude a ver el barco. 


Salvando las distancias, recuerda lo ocurrido en Namibia con la Costa de los Esqueletos, igualmente una atracción turística en un tramo de 500 kilómetros de costa donde en los últimos quinientos años se calcula que han naufragado un millar de barcos. Algunos de grupo conocemos la Costa de los Esqueletos, que viene a ser el caso del Edra III a lo bestia.


Además de los turistas, pensamos que aquí se hacen grabaciones de anuncios o algo similar, a juzgar por la pareja de mujeres en traje de novia que acudieron a hacerse fotos profesionales. Nos dio la impresión de que era cualquier cosa menos una boda real.


Así que, tras una espectacular puesta de sol y haber disfrutado un buen rato del paisaje y del horizonte, decidimos decir adiós al barco encallado y a esta zona.

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